Entrevista a Juan Pablo “Tuchi” Ortiz Tobón

Tuchi: ¡Un gallo para la paz!

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Armando Russi

Realicé esta entrevista al cineasta Juan Pablo “Tuchi” Ortiz Tobón el 13 de julio de 2020 vía telefónica, como una manera de ahondar en su mente y en su película Desobediencia: o cómo entrenar gallos de pelea (2020), película que encuentro necesaria y urgente para los colombianos y para el cine nacional contemporáneo.

¿Quién es Tuchi?

Yo me encuentro, sobre todo, en la cuestión de la dualidad del ser humano, ¿sí? Veo que en los lugares remotos a donde voy, son asolados por la violencia, en la zona andina donde trabajo, en la zona de la costa, en la selva Awá, son víctimas de una violencia muy fuerte, pero cada vez que voy, que llego y que visito y que además estoy durante muchísimos años en esta zona, yo lo que veo es un lado también opuesto a esta violencia. Es una cuestión de amor, de encuentro, de alegría, ¿sí? Y por las noches, por general siempre llegan estas historias fuertes, tristes, pero también me empiezo a cuestionar a mí mismo sobre si yo fuera aquel ser malvado y oscuro que ataca y violenta y roba y asalta y asesina y viola a esta gente, ¿no? Que ya no llego con este amor y con esta alegría a estas poblaciones, sino que yo fuera el otro bando. Si yo fuera la maldad. Esa cuestión me confronta y me empiezo a preguntar: bueno, ¿Quiénes son estos victimarios? ¿Por qué a veces son personas de la misma zona?, que nacieron ahí, que crecieron ahí, que después por una acción hacen estos actos de barbarie. Entonces empiezo a cuestionarme también esa capacidad del ser humano de tener inmerso estas dos cosas. Entonces, ¿por qué no narrar una película desde el victimario, pero que busca una redención? Una redención que no va a poder lograr, porque digamos que el perdón también es muy difícil de aceptar, además, que busca el perdón en el suicidio, o sea, realmente el perdón en un acto de violencia. Entonces es esto lo que me lleva a preguntarme en esta película sobre la imposibilidad de remediar al pasado, ¿sí? O sea, como si el pasado se volviera una enfermedad que no tiene cura y que no hay la posibilidad de que otro te perdone si cometiste un acto de tal barbarie. Eso es más o menos por donde yo empiezo a connotar. Es una búsqueda mía con la comunidad, sin decirle a la comunidad que estoy pensando eso, ¿sí? sino que solo a través de la escucha y después de yo empezarme a cuestionar filosóficamente. Es una cuestión filosófica que yo hago en mi interior de lo que veo en estos años.

¿Por qué y cómo se entrenan gallos para pelear?

Bueno, la analogía de cómo se entrenan gallos para pelear se basa en los ejércitos y en los comandantes de estos ejércitos. Los seres humanos son alimentados, o los soldados como tal son alimentados, entrenados para atacar a otro como si fuera un gallo de pelea. Entonces los gallos se matan, solo para que sus dueños obtengan un beneficio. Lo mismo pasa con los ejércitos. Son hombres que luchan contra otros, otros hermanos y a la final el único que obtiene un beneficio y que está en su casa es el gobernante, ¿verdad? Me parece que el Manifiesto que le da vida a la película representa muy bien esto.

Bueno, la analogía de cómo se entrenan gallos para pelear se basa en los ejércitos y en los comandantes de estos ejércitos.

Hablemos del Manifiesto del Ciempiés que da base a la película.

El manifiesto del Ciempiés es esta carta que escribe el Comandante Segundo en donde le pide al ciempiés (cualquier sistema, no solo de gobierno, militar, sino de la salud, todos los sistemas forman las patas de este ciempiés) salvar a un alma, poder entrenar a esa alma para el perdón. Porque ni siquiera le pide un alma pura, le pide un alma ya destrozada por la sevicia de la guerra, le pide un niño de la guerra realmente, y si salva esa alma, el cienpies podrá tragarse a todos, pero ya por lo menos habrá un alma reivindicada, ¿si? y un alma que podrá entrenar a otras almas para entender que lo único que están haciendo los poderosos es entrenar gallos para la guerra.

¿Por qué ser desobediente en la propuesta estética y narrativa de la película? ¿De qué va DESOBEDIENCIA?

La película está grabada a nivel estético con dos particularidades:

1. Utilizar el formato que se usaba, digamos, en la época en la que transcurre la historia, que son los años noventa. Ese formato de VHS de cinta magnética, que da una particularidad narrativa, y aparte de la cuestión contextual que se buscaba, la película está grabada como si solo fuera un casete, como si estuviera sin editar, realmente. Los cortes son bruscos para que se sienta que lo que los personajes hacen es prender y apagar la cámara, y con un solo casete ahí puesto. Además de eso, la película es un hallazgo, porque al final vemos unos créditos que dicen 1990 – 2017. Por eso es que, digamos, se hace un tratamiento igual de color en postproducción, para todavía ensuciar más la película, como si fuera el VHS encontrado veintisiete años después, lo que obviamente iba a causar un deterioro en esta cinta magnética. Por eso el título del inicio, a nivel conceptual, es muy importante. Pasa un poco desapercibido, pero es muy importante donde se dice: “En el año 1990 un grupo anarquista llamado Cómo entrenar gallos de pelea”. Realmente el que le da el título de anarquistas es la persona que se encuentra la cinta, mas el grupo no se define como anarquista, además porque no siguen los parámetros anarquistas, pero digamos que el que encuentra la cinta, en su ignorancia, los define como un grupo anarquista. Eso es en la parte visual.

2. En la parte sonora lo que intentamos hacer es que no sea música incidental, sino que la música provenga de los medios que están en escena. Entonces cuando Mulato pone un casete, efectivamente en escena está sonando ese casete. Cuando suben al carro y él canta el rap, lo que hacemos es que él, efectivamente, pone la pista en los altoparlantes del carro y empieza a rapear, y todo, el sonido de la iglesia, todos estos sonidos son directos ¿para qué? para que haya, digamos, un mugre, realmente. Un sonido no limpio que además sea ruido con la misma narrativa y con la misma estética. Sí hay un tratamiento después en ciertas ocasiones para que las voces salgan atrás o adelante, digamos ya en la sala de cine, pero que estaban pensadas a partir de lo que estaba sucediendo en el momento de la grabación. Por ejemplo, cuando están en el carro, si lo viéramos en cine, cada voz sale como si uno estuviera sentado a partir de la cámara, o sea, el sonido sí está diseñado a partir de la cámara como personaje y el sonido proviene de ahí. Incluido el rap, el death metal, el trap y la música eclesiástica, que es una decisión para tomar como la violencia que conduce, y la manera eclesiástica o clerical que ha tenido la iglesia a partir de su música, también ha sido tenebrosa, así como la música detrás que suena en la película, que también es una música supremamente agresiva, supremamente violenta.

… el sonido de la iglesia, todos estos sonidos son directos ¿para qué? para que haya, digamos, un mugre, realmente. Un sonido no limpio que además sea ruido con la misma narrativa y con la misma estética.

¿Quién debe ver la película, para quién va dirigida?

Pues realmente yo en su momento pensaba que era una película, digamos, en búsqueda de un cambio social fuerte. Que lo tiene, lo conduce, pero poco a poco he visto que la película me ha hablado un poco más allá y siento que realmente el fin, sí está claro, es que no podemos tener ningún tipo de cambio social si no tenemos un cambio espiritual, realmente. Y ese cambio espiritual no se basa en la religión o contra la misma, sino en entendernos más allá de esta corporalidad. Si entendemos que tenemos un espíritu común que puede relacionarse con los otros, podemos entender la película. ¿A quién va dirigida la película? Tanto al ateo, como al evangélico, realmente el que confronte un poco su espiritualidad, creo que allí hay un fuerte vínculo con la película.

Yo quería agradecerte enormemente por tu película, por tu arte, agradecer a todo el equipo de trabajo, por la estética, por una película necesaria, por una película que nos golpea y nos confronta como colombianos. De verdad muchas gracias, y muchas gracias por permitirme darle otro aire, otro espacio a tu película.

Muchas gracias Armando y gracias por lo que has escrito que le da más fuerza y más longevidad a la película.

Muchas gracias y saludos a Mulato. Un abrazo.

Risas. Hasta pronto.