Simón Puerta Domínguez
Los procesos de transformación urbana en Medellín encuentran, en su vida cultural, una dimensión muy profunda para su reflexión. Es el caso de las dinámicas asociadas al arte cinematográfico, que ha participado de la producción de la ciudad como tal a lo largo del siglo xx: espacios de congregación de distintos tipos, alturas y arquitecturas, teatros prestigiosos, edificios acondicionados con salas de proyección, negocios discretos, fachadas con luces, anuncios y programaciones, referentes para la reunión de los curiosos y los enterados. También, en la proliferación de centros para ver y pensar el cine se cuelan, incluso a veces sin pudor, llamados políticos, coincidencia de intereses temáticos, de disidencia y afecto. Todo esto sin olvidar las películas mismas, cuyas propuestas estéticas sobrecargan la imaginación y resuenan con la percepción saturada propia de la ciudad. Este íntimo vínculo entre el cine y la ciudad es lo que reflexiona el libro Salas de cine y cineclubes en Medellín 1956-2020, desde un ejercicio de conversación con quienes han participado, de primera mano, de este proyecto cultural, así como desde un análisis de archivos de diversa índole, todo formando una narración muy generosa, conocedora de Medellín, sus barrios y su dinámica cinéfila.
En su autor, Oswaldo Osorio, encontramos una fuente autorizada y un investigador experto: Oswaldo hace parte del circuito de exhibición de cine sobre el que reflexiona, lo que le permite una comprensión profunda del tema (una especie de autoridad etnográfica, un “yo estuve ahí” asertivo); además de esta experiencia biográfica básica, se trata también de la investigación de un historiador, metódicamente desplegada en entrevistas, trabajo con archivo, ejercicio de inventario y construcción de categorías. El resultado es una exploración rigurosa, que equilibra la valoración subjetiva desde la mirada del actor con la exposición analítica del estudioso del cine y su vínculo fecundo con los procesos culturales de la ciudad de Medellín. El libro se va desenvolviendo de lo general a lo particular. Avanza de una presentación amplia de la exhibición del cine en la ciudad desde 1898 (la primera proyección en el Coliseo, Teatro de Medellín o Teatro la Gallera) hasta la actualidad, para centrarse luego en el marco temporal elegido (1956-2020), proponiendo una exploración y profundización en temas específicos (las salas de cine, los cineclubes y los circuitos de cine especializado), que iluminan sobre procesos, personas y alianzas que han constituido la dinámica local; desde los espacios y acontecimientos del cine se evidencian las transformaciones de la ciudad, sus edificios y sus ideas.
El recorrido que propone el libro avanza desde la llegada de las primeras presentaciones de uno de los aparatos patentados de Thomas Alva Edison en la ciudad, y se despliega a partir de la interacción del arte cinematográfico con sus barrios y su ciudadanía por todo el siglo xx. Tiene como punto de quiebre un acontecimiento, la fundación del Cine Club de Medellín en 1956, a partir del cual se entrecruzan las historias de exhibición alternativa en la ciudad, la agrupación en cineclubes, la diferenciación en temas, perfiles políticos, pretensiones intelectuales y el mercado, que directa o indirectamente afecta estas iniciativas y limita sus dinámicas socio-culturales hasta el presente. Los inventarios de cineclubes, teatros y salas de la ciudad y la región, el amplio registro de personajes clave de estas dinámicas de exhibición y agrupación cinéfila y el diálogo que con ellos y ellas se construye, la sucesión de acontecimientos y detalles bien documentados, y las fotografías de archivo que sostienen un contrapunteo entre el pasado y el presente de los espacios urbanos y las propuestas de divulgación y programación de salas y cineclubes, todo esto suma para tener como resultado un trabajo rico en información, y narrativamente amable, lúdico y entretenido.
… se entrecruzan las historias de exhibición alternativa en la ciudad, la agrupación en cineclubes, la diferenciación en temas, perfiles políticos, pretensiones intelectuales y el mercado, que directa o indirectamente afecta estas iniciativas y limita sus dinámicas socio-culturales hasta el presente.
Vale la pena insistir en algunos de los elementos relevantes del estudio. Destacar, en primer lugar, el importante trabajo de sistematización de información de diversas fuentes, algunas nuevas, algunas antes dispersas en archivos diversos, desde medios impresos, la memoria oral y el registro audiovisual, que acá son ahora reunidas. Sistematizar es recoger, organizar y asegurar, participar de esta memoria cultural de la ciudad. Mirar hacia atrás, valorar los procesos de organización y agrupación en torno al cine en Medellín, los lugares, las prácticas, las películas y las tendencias. Llegar, luego del recorrido histórico, al presente de esta dinámica socio-cultural, dimensionar su importancia e identificar sus desafíos actuales. En segundo lugar, mencionar el registro de imágenes de archivo que acompañan la narración, que cargan de referencias espaciales, históricas y contemporáneas, y que refuerzan y amplían desde su capacidad de testimonio; se presentan fotografías de los espacios de ciudad donde hubo y hay teatros, de las salas y de los volantes de los cineclubes y salas alternativas, sus programaciones y apuestas de diseño. Las imágenes que el autor elige, distribuye en el texto y referencia aportan a una grafía diversa, coherente con la complejidad del fenómeno que estudia. En tercer lugar, volver sobre la temporalidad elegida y señalar su pertinencia. El estudio de la historia reciente es un desafío que agobia. La información rehúye; se trata de un río revuelto, todavía no pacificado por el paso mismo del tiempo, que aporta lentamente a aclarar tendencias y consensos de aproximación entre quienes investigan. Esta es una de las mayores contribuciones del libro: su aporte a pensar nuestro presente, a reconocer procesos que en muchos casos continúan, o que fueron abandonados hace no tanto tiempo. Esto sugiere e invita, sirve como llamado a conocer y participar de una dinámica que está ahí, que podemos identificar y a la que nos podemos integrar; es una reflexión sobre el valor social del cine, su vínculo afectivo con la ciudad. La exhibición de cine alternativo, sus salas y cineclubes están ahí, han hecho y siguen haciendo parte de la ciudad, y conocer sus ires y venires es un paso básico para conservarlos, valorarlos y participar de ellos.
Osorio, O. (2021) Salas de cine y cineclubes en Medellín 1956-2020. Medellín: Alcaldía de Medellín.*
* Proyecto ganador de la Convocatoria de Estímulos PDL Y PP Cultura 2020, Secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín.