David Yepes Vivas
El pintor necesita su pincel, el músico necesita su instrumento y el cineasta necesita el montaje. Es muy conocido por todos los realizadores audiovisuales, especialmente los cineastas, que el montaje es la herramienta primordial y necesaria que se requiere para la construcción de historias, la implantación de ideas y la transmisión de emociones en el espectador. Y aunque las imágenes en movimiento pueden funcionar por sí solas, es a través del montaje que pueden cobrar mayor valor y fusionarse armónicamente para la creación audiovisual. En esta nueva edición de Cuadernos de Cine Colombiano, editada por la Cinemateca de Bogotá, nos regalan los testimonios, tesis y opiniones sobre los realizadores audiovisuales y cineastas del país que se han enfrentado a la tarea de pensar, moldear y proponer nuevas ideas para el montaje en sus películas. Lo que resulta interesante de esta última entrega es la apertura a preguntas a los montajistas, pero también al lector, compartiendo puntos de vista sobre el arte del montaje y abriendo la puerta a posibilidades que pueden ser tomadas en cuenta a la hora de la creación. Como creador audiovisual en formación, encuentro que esta edición de Cuadernos es una excelente fuente de aprendizaje para todos aquellos realizadores que desean buscar diferentes perspectivas sobre el cine contemporáneo nacional.
Entre notables figuras de la cinematografía nacional encontramos al director de la reciente película Los Conductos, Camilo Restrepo, que habla sobre su trabajo como director y montajista a lo largo de los años, enfatizando en su formación en Artes Plásticas que lo ha hecho reflexionar sobre un cine que hable sobre el espacio, buscando diferentes alternativas para la construcción del montaje de sus películas. También podemos encontrar a Sebastián Munera, un artista plástico que se plantea la definición de puesta en montaje al término de la construcción del montaje previo al rodaje y comenta sobre el trabajo de sus proyectos artísticos aplicando este término. Encontramos realizadores que han trabajado desde el lado experimental, documental y ficcional, como Alejandra Meneses Reyes, una filósofa de la Universidad del Rosario, que ha estudiado el cine documental colombiano y el conflicto armado. Plantea la posibilidad de una reestructuración de las voces del conflicto a través del documental. Meneses propone que esta configuración de la voz de los personajes del conflicto puede alterar la experiencia del espectador a través del montaje. Por otro lado, nos encontramos con el crítico de cine Pablo Roldán, que nos habla sobre tres aproximaciones del montaje de ficción. Partiendo de la idea universal del corte entre una imagen y otra, Roldán nos abre una posibilidad de encuentro común entre las películas de ficción colombianas para manifestar las ideas del director y el montajista, y llegar al espacio donde se pueden encontrar y discutir la construcción cinematográfica de una historia. Adicionalmente, podemos leer lo que iba a ser una entrevista realizada por Gustavo Vasco con una figura emblemática del cine colombiano Luis Ospina, sobre el montaje de su icónica película Agarrando pueblo, pero tuvo que ser replanteada debido a la muerte del director caleño en 2019. Es así como la entrevista vira hacia las conversaciones en las cartas que sostuvo con Carlos Mayolo, su co-director, y el proceso que tuvo que pasar la película para ser la obra cinematográfica que se conoce hoy en día, pasando por las visiones de los dos directores y cómo concebían el montaje de la obra.
Meneses propone que esta configuración de la voz de los personajes del conflicto puede alterar la experiencia del espectador a través del montaje.
Palabras recurrentes cuando se habla sobre el montaje es la duda sobre cómo pegar una imagen con otra para genera una idea o una emoción. La teoría del montaje es muy amplia y se sigue expandiendo con el paso de los años. Es por las exploraciones de personas como Laura Huertas Millán que habla sobre formas de abordar el montaje denominándolo “fragmentada, alusiva, anecdótica”. Muchas veces, para lograr que un material audiovisual cobre vida se requiere alejarse del material, percibirlo desde lejos para poder pensar en cómo sus partes pueden confluir. Aunque hay que hacer la aclaración, que se encontrará en este Cuaderno, que todos los proyectos pueden ser abordados de maneras diferentes. Lo importante es ser consciente del material que es observado y pensar en las mejores formas para crear nuevas ideas. Esta edición es una excelente guía para los montajistas en formación, donde pueden encontrar las ideas que han sido recolectadas por los realizadores colombianos contemporáneos y sacar sus propias conclusiones, incluso crear nuevas ideas sobre el arte del montaje que sigue en crecimiento cada día y con cada nueva película.
Link de descarga de esta edición 30:
https://idartesencasa.gov.co/sites/default/files//libros_pdf/Cuaderno%20de%20Cine%20Colombiano%20No.%2030%20Montaje.pdf