Oswaldo Osorio
Hay libros que pretenden abarcar la totalidad de un tema y, por desmedido que esto parezca, lo logran, como este, donde David Jurado no solo hace un riguroso inventario sobre este asunto, sino que lo enriquece con sus categorías, variables de análisis y juicios críticos, mientras, de paso, también comenta el contexto del país y de la historia de nuestro cine.
Aunque intenta resistirse a definir su objeto de estudio, no se puede contener y lo hace desde la primera página: el cine sobre arte “se trata de obras cinematográficas que recurren a las otras artes, sus artistas, obras o épocas creativas, para darlas a conocer y, en ocasiones, para entablar un diálogo intermedial con ellas.” Para desarrollar esta juiciosa y ambiciosa labor, apela a los archivos con que cuenta el país, no obstante, se topa con los problemas que siempre tenemos todos los investigadores y (tal vez por primera vez en una publicación nacional) no puede evitar poner en evidencia lo problemático que es contar con la Fundación Patrimonio Fílmico Colombino para cumplir con nuestra labor, ya sea por los altos costos (que parecen no considerar los apoyos públicos que recibe) o porque “no existe un camino claramente diseñado que naveguen con algo de comodidad los y las investigadoras.”
A pesar de esto, y apoyado por otras entidades, Jurado consigue acceder a la mayoría del material nacional, no sin antes dedicarle el primer capítulo a la historia de esta suerte de particular género cinematográfico, donde hace una buena síntesis de sus principales obras, autores y momentos en el cine mundial. Unos necesarios referentes que luego asociará cuando hable de las películas colombianas, las que sigue aplazando para más adelante, porque en su segundo capítulo era necesario, primero, hacer una muy útil labor de conceptualización teórica y metodológica, donde empieza con una distinción entre el cine sobre arte y el cine de arte; también menciona, pero poniéndolas en cuestión, las tipologías de este cine; igualmente, habla de los debates técnicos; y termina desarrollando, entre otras cosas, importantes herramientas como la intermedialidad, el discurso descriptivo y el gesto.
Desde el tercer capítulo entra en materia, esto es, hablar de las obras, los autores y los momentos del cine colombiano sobre arte. Empieza por lo que hicieron los llamados “maestros” en los años sesenta y lo complementa con la singular obra del barranquillero Luis Ernesto Arocha. Y en el siguiente capítulo y década habla del corto del sobreprecio y destaca especialmente la obra de Camila Loboguerrero y de los hermanos Pinzón. Para los años ochenta y noventa, el panorama para este tipo de cine se hace más complejo, y Jurado cruza en su exposición y reflexión la difícil situación de violencia del país y las figuras clave de Marta Traba y Alejandro Obregón.
En el capítulo seis el libro hace un necesario intermedio para hablar sobre documentales de exposiciones y toda esa labor que la televisión hace en esta área y que, de cierta manera, complementa y llena los vacíos dejados por el cine, los cuales se acentúan durante el cambio de siglo, cuando las transformaciones en el formato, el mercado del arte y sus discursos imponen otras dinámicas en la producción. Por eso, para el capítulo ocho, el texto prefiere concentrarse, para dar cuenta de los gestos en el cine reciente, en tres películas: Beatriz Gonzáles ¿Por qué llora si ya reí?, de Diego García (2011); Un tigre de papel, de Luis Ospina (2007); y En el taller, de Ana Salas (2016).
… toda esa labor que la televisión hace en esta área y que, de cierta manera, complementa y llena los vacíos dejados por el cine, los cuales se acentúan durante el cambio de siglo, cuando las transformaciones en el formato, el mercado del arte y sus discursos imponen otras dinámicas en la producción.
Aunque el cine sobre arte siempre ha estado asociado al documental, y el inventario y referencias a lo largo de este libro así lo confirman, en su último capítulo se despliega su relación con la ficción y la concreta en dos obras: Carne de tu carne, de Carlos Mayolo (1983), y Memoria, de Apichatpong Weerasethakuk (2021). Pero ahí no termina el texto, porque aún falta una muy completa y útil bibliografía y filmografía sobre el tema y un par de anexos, donde entrevista a dos artistas plásticas que relacionadas con el cine nacional: Karen Lamassonne y Angélica Perea.
Y ahí sí David Jurado da por terminada una obra que tal vez da más de lo que promete su mero título, pues cualquier lector terminará entendiendo un universo estético y narrativo que trasciende el simple hecho de que una cámara registre a una obra, un artista o su proceso. Se trata de un género lleno de posibilidades y que requiere un doble conocimiento, sobre el arte y sobre el cine, incluso también sobre el público y el complejo contexto de un país.
Jurado, David. Del gesto a la mirada: cine sobre arte en Colombia. IDEARTES, Colección Becas, Bogotá, 2023. 274 p.
DESCARGAR EN PDF:
NOTA: El libro realmente finaliza con un código QR que remite a un collage que Ana Salas hace sobre su contenido, pero ya no está activo.