Mauricio Laurens
Ingeniero civil de la UIS (Universidad Industria de Santander) y cineasta egresado de la Universidad Nacional. En el ámbito nacional se hizo conocer gracias a dos cortos costumbristas proyectados antes del largo, en salas de medio país, y filmados con actores naturales nativos en Güepsa, el pequeño pueblo santandereano fronterizo con Boyacá. Son ellos: Los retratos (2011) –pareja de viejos campesinos que, a falta de gallina criolla, se ganan una cámara Polaroid– y El tiple (2013) –urgencia de vender el atesorado instrumento de cuerdas para cubrir una calamidad doméstica–.
Gaona gusta filmar en el pueblo natal que no solo le sirve de inspiración, sino que allí ha encontrado el material humano para expresar sus tradiciones regionales y valores humanos. Con La Banda del Carro Rojo se ha propuesto indagar y recrear, con material humano previamente moldeado, historias propias que reflejen ciertos aconteceres cotidianos de muchas realidades colombianas acosadas por el conflicto armado y la falta de oportunidades.
Pariente (2016): Bandoleros y paramilitares en Güepsa. En su ópera prima de largometraje, Iván David Gaona dio en el clavo al brindarnos una cinta de género bien narrada y facturada con el carácter arrecho (bravo) atribuido al santandereano. En el pueblo hay bandidos… bajo la estructura de una “historia de amor y traición”, surge una cinta de pistoleros pueblerinos aficionados a la música ranchera, con el fin de nivelar la tensión en momentos cruciales de asaltos a mano armada, seguimiento de presuntos extorsionistas y vinculaciones con bandas al margen de la ley. Porque “aquí siempre hemos conocido la violencia”; es decir, los enfrentamientos entre muiscas y guanes, encomenderos e indios, liberales y conservadores, guerrilleros y paramilitares.
Desde las entrañas de Güepsa, provincia de Vélez, un film proyectado con anterioridad a su estreno nacional en los festivales de Venecia y Toronto. Intenso drama humano y social que tiene como fuente de inspiración esta pequeña localidad del sur santandereano. A escasos kilómetros de Barbosa y Puente Nacional, en la cuenca del río Suárez que marca el límite con Boyacá, se aprovechó su accidentada topografía de parajes montañosos y carreteras destapadas donde la caña panelera y los trapiches conviven con guayabos y matas de café.
Porque una colección de discos compactos contribuye a redondear su atmósfera ensoñadora, que habla no de viejas sino de traición …
Sus actores naturales y locales son bastante creíbles, pues parecen brotar de tierras verdes y dulces. Un galán enamorado, volquetero de profesión, acompaña el timón con baladas románticas de su gusto y fusiones de “carrilera”, o música de cantina previa a la carranga, bajo supervisión del siempre inspirado Edson Velandia. En el contexto de la desmovilización de paramilitares, que asolaron la región, quedan rezagos de intranquilidad y bandidismo en medio de serenatas acompasadas por tiples y bandolas. Porque una colección de discos compactos contribuye a redondear su atmósfera ensoñadora, que “habla no de viejas sino de traición”.
Adiós al amigo (Seriado digital de guerra y época en el Chicamocha, 2020). Recreación en campo abierto de los males históricos acarreados por el sectarismo político. Son seis magníficos episodios de 25 min. Cada uno y casi tres horas de duración. Fueron emitidos al comienzo de la pandemia por la Autoridad Nacional de Televisión en canales regionales como Señal Colombia, TRO (Bucaramanga), Zoom TV, Teleantioquia (Medellín) y Tele Pacífico (Cali). Dirigidos, escritos y coproducidos por Gaona y La ContraBanda, en los majestuosos escenarios naturales del Cañón del Chicamocha; música de fanfarria compuesta por Edson Velandia y rigurosa dirección de arte a cargo de Juan David Bernal.
Al estilo de un western a la italiana, la cámara registra un imponente y árido paisaje montañoso, con actores mayoritariamente naturales que recrean una ficción del año 1902, cuando finalizaba la Guerra de los Mil Días, tras la entrega de armas de los rebeldes liberales y el triunfo hegemónico de los conservadores nacionalistas. Su contexto histórico guarda las proporciones de una cinta épica, capaz de superar el costumbrismo campesino o militar, para aproximarse a un emocionante relato naturalista que, por sus altísimas calidades escénicas y narrativas, va más allá de anécdotas patrióticas o valerosas simplemente ilustrativas.
Enfrentamiento civil de vieja data entre liberales rebeldes de oposición en lucha por la retoma del poder, inicialmente en el departamento de Santander, comandados, entre otros, por el general antioqueño Rafael Uribe Uribe en contra de la constitución centralista de 1886 y de facciones nacionalistas del gobierno conservador de la llamada Regeneración; estos últimos, le habían dado jaque al federalismo, sembraron el terror en el campesinado y restablecieron los vínculos del Estado con la Iglesia. Una tropa irregular, que protagonizó el asalto a Bucaramanga, dio inicio a la primera guerra civil del siglo XX, donde salieron victoriosos en la batalla de Palonegro; al decretarse un indulto para los alzados en armas, se dio por terminado el conflicto de más de cien mil muertos que había durado exactamente 1130 días y tendría entre otras consecuencias la separación de Panamá.
Grabada en los majestuosos escenarios naturales del Chicamocha, tres protagonistas: hijo de un pionero de la “cámara de fotos” que fue asesinado por retratar a un coronel, un desertor que buscó entregarle un mensaje al hermano guerrero de regreso a casa y, en menor grado, una bruja tabacalera cuyo anciano padre cayó ultimado por fanáticos católicos. Los títulos de sus episodios hablan por sí solos: I. El retrato, II. Brujería, III. Ladrones de comida, IV. La emboscada, V. La cuadrilla y el general y VI. El hermano y el asesino. Su narración lineal salta de aventuras marcadas por insólitas búsquedas y travesías a través de caminos culebreros, con episodios alucinantes producidos por un polvillo soplado sobre sus caras en blanco y negro.
Además, dos invitados especiales que intervienen en los tres últimos capítulos. El primero, el general Rafael Uribe Uribe, líder de la Revolución Liberal y héroe en las batallas de Palonegro y Peralonso, acompañado en sus tareas de pacificación por indígenas milicianos llaneros; el segundo, don José María Rueda y Gómez, Conde de Cuchicute. “Oriundo del Socorro y San Gil, perteneciente a una noble familia de comerciantes y cafeteros, con título otorgado por el rey Alfonso XIII” –tal como él mismo se presentaba, tío abuelo paterno de quien esto escribe–.
Artículos personales y publicaciones al respecto:
IvanD.Gaona,Santander Colombia
Dom.67ParienteIvanD.GaonaSantanderElTiempoM.Laurens / EL TIEMPO (Debes Hacer)
Domingo 16 de octubre de 2016
Ver: #MauricioLaurens#LaVozDelCeluloide#HJUT106.9#
Seriado de guerra y época en el Chicamocha
Web13AdiosAlAmigoI.GaonaOpiniónCineAlOjoLaurensElTiempo
eltiempo.com/opinión/cine/laurens
17 de abril 2020, 05:34 p.m.
Voz841ParienteCl.Col.s.XXMauricio Laurens
HJUT 106.9 La Voz del Celuloide
Domingo 30 de octubre de 2016 (42)
Seriado de época y guerra en el Chicamocha
‘Adiós al amigo’ recrea los males históricos del sectarismo político.
Por: Mauricio Laurens – Cine al Ojo