Querido trópico, de Ana Endara

Gonzalo Restrepo Sánchez

A veces, lo único que se necesita para crear una película inolvidable no son grandes efectos especiales ni historias grandiosas. Un buen diálogo y una conexión maravillosa entre los actores pueden ser suficientes para atraparnos y sumergirnos en un viaje inolvidable

Ruffo, 2025

 

Lo primero que vino a mi mente al salir de la proyección, es que esta película es de esas para la sección de Un certain regard en el festival de Cannes (así se lo expresé a la cineasta al ser abordada) y por varias razones. Pero, una fundamental a mi parecer, es que Ana Endara Mislov diseña en su película un mecanismo de indagación, por momentos con signos de documental, a través del cual se introduce en esa bruma indeterminada del cerebro en percibir realidades verdaderas (y que valga lo tautológico). Situaciones en las que, mediante imágenes, y diálogos –a conciencia– nos comunican en todo momento una “ilusión de franqueza” tan fuerte e invariable en dos personajes, que acaba no solo siendo veraz, sino que, además, está a la orden del día.

 

Esta cinta colombo-panameña podríamos clasificarla como un drama psicológico. El asunto va de una especial relación de amistad –si se quiere ver así– entre una nana colombiana en Panamá llamada Ana María (Jenny Navarrete) y “Mechi” (Paulina García). Partiendo de esta premisa en apariencia sencilla, la joven directora diseña unas imágenes de corte realista que, sin rehuir a la metaficción –comúnmente concebida como un tipo de narrativa que identificamos por su ambiente autorreflexivo y autorreferencial– indaga la sombra de la autoconciencia, para una mayor presencia enunciativa del autor. Y para el caso que nos ocupa, a través de dos mujeres convirtiendo sus discursos en referentes de sí mismos. Ya que, en lo estrictamente cinematográfico:

 

La cámara filma a las protagonistas acercándose a unos rostros para fotografiar con una extraordinaria autenticidad las derivaciones que viven por desdoblar ese día a día, alguna que otra severidad que surge cuando la circunstancia en la que se vive –podría ser la suya o la mía– es apoyada ahondando en profundas emociones terrenales, algunas imprecisas en nuestra mente. Entonces, lo primero que habríamos de expresar, es que estamos frente a un tête-à-tête actoral entre las dos actrices.

 

Un tête-à-tête por dos razones: la primera por esa “conversación intima” que mantienen dos personajes frente a frente, quienes a la larga poco se conocen –escrutándose un buen guion escrito por Ana Endara y Pilar Moreno–. Y la segunda, por ese carácter confidencial entre dos mujeres, reflejándose quien es quien, y qué buscan cada una de ellas en sus propias vidas. Desde esta lectura, entramos al drama psicológico por ese retrato de la complejidad de la mente humana y, que sin “fingida” contradicción entre estos dos personajes femeninos, hallamos cierta forma de cotejar ideales y deseos que nos permiten hilvanar unas supuestas y confusas emociones que afectan sus recapitulaciones como la evaluación e interpretación de la indagación del entorno, las creencias y anhelos únicos de cada individuo (Oatley y Johnson-Laird, 2013). Y que, en despejados hábitats, todo ello tiende a revelar sus propias subjetividades de la vida.

… ese carácter confidencial entre dos mujeres, reflejándose quien es quien, y qué buscan cada una de ellas en sus propias vidas.

De suerte que, en Querido trópico, por una parte, las que regularmente subyugan a la narración y se caracteriza por la aproximación a la realidad desde la representación de la nana y una agudeza a fin de cuentas: ¿fingiendo su maternidad? Pues la mente es así. Y, por otra, atribuiríamos en “Mechi” aquellas ideas confidenciales que le permiten, y a través de las cuales, ella discurre su imperturbabilidad. Y es que a lo largo de ese “encuentro” entre Ana María y “Mechi”, un poco mayor que su nana y con sintomatología previa a la demencia; nos permite aproximarnos a que todo filme sobre este tipo de revelaciones y cosmos adultos, en última instancia, se nos presenta a manera de lidiar “cierto tipo de revelaciones” entre dos universos, y por momentos igual que al mundo infantil e ingenuo por esa mediación de la «[…] interacción intersubjetiva afectiva […]» (Pérez y Suárez, 2019, p.  21).

 

Si bien en este tipo de dramas psicológicos suelen algunas veces retratar a los adultos como a personas feroces por una cultura y el sistema, Querido trópico por momentos atascada en unos diálogos, de repente –y reitero: ¡de pronto!– nos llevan a unos valores de verdad, bondad y hasta de beldad, los cuales pueden coexistir puros y fehacientes. Además, tienden de alguna manera a estimular a aquellos otros valores para no cambiar comportamientos. Y es que los personajes que observamos en la pantalla se hallan a gusto tal y como son.

 

Aunque, no existe en este filme el menor atisbo de ironía o comedia, de todas formas, la cineasta Endara opta por un estilo que juzga querer romper las barreras entre el documental y la ficción para una proximidad al circuito de festivales de cine con escenarios complejos, retratos hiperrealistas (caracterizados por plasmar la realidad tal cual es, y decirlo tal cual, que inclusive, y por momentos, esta tiende a ser descomedida). Asimismo, la película posee esa prerrogativa de la atmósfera como definidor y esencia de los personajes, y es lo que está a la mano de este cine colombiano reciente.

 

Y como lo bueno y breve, dos veces bueno. Un cine que por lo demás ya genera referentes jóvenes de un cine que sin mucho recurso y sin el expediente de ralentizar simuladamente una acción o sentir a todo volumen una música extradiegética y, con alguna que otra imperfección, a pesar de que Endara Mislov tiene una corta filmografía, recomendamos la calidad de esta ensimismada cinta.

 

Referencias

Oatley, K. y Johnson-Layrd, P. N. (2013). Cognitive approaches to emotions. Trends in Congnitive Sciences, vol. 18, n.º 3. DOI: https://doi.org/10.1016/j.tics.2013.12.004

Pérez, M. y Suárez, C. (2019). Filosofía y psicología de la mente infantil. Un ensayo de ingeniería conceptual en la teoría de la atención conjunta. Editorial Universidad Javeriana.

Ruffo, M. (24 de enero de 2025). Cinco atrapantes películas cuyas tramas se basas en dos personas teniendo profundas conversaciones.

https://www.quever.news/cine/2025/1/24/cinco-atrapantes-peliculas-cuyas-tramas-se-basas-en-dos-personas-teniendo-profundas-conversaciones-42449.html