Rito Alberto Torres
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No podemos excluir la posibilidad de que, muy pronto, la investigación de los vestigios cinematográficos de hoy sea una tarea digna de un arqueólogo: los primeros años del cine se han convertido en “la época de los fragmentos”.
Roman Jakobson. 1933
Porque se afirma que 1915, es el año de inicio de la producción continua de cine filmado enColombia, lo prueban los fragmentos enrollos de cine, en 35 milímetros,que llegaron hasta este presentedeLa fiesta del Corpus de 1915 yLa procesión cívica del 18 de julio de 1915, dos cortometrajes, yLa alegoría de la libertad, único segmento que sobreviviódel censurado y desaparecido primer largometraje documental del cine nacional,El drama del 15 de octubre, que logró mostrarse en pocas oportunidades,a comienzos de noviembre de 1915, antes de desaparecer.Hay esfuerzos de otros pioneros que filmaron antes de 1915, como Floro Manco (1875-1954) y Belisario Diaz (1878-1957), perolefaltó continuidada su producción fílmica y no se cuenta con evidencias físicas de los rollos de sus películas,salvo por las notas de prensa se sabe que existieron. Todos estos argumentos unidos a que es en 1915,cuando arrancan las realizaciones de una empresa, asimilable a lo que hoy se considera una productora, la Sociedad Industrial Cinematográfica Latinoamericana-Sicla, que los Di Doménico habían fundado el año anterior en 1914.
De filmaciones realizadas en Colombia se tiene conocimiento desde 1907, por los anuncios de la compañía Cronofónicaquepresentó en el teatro Municipal de Bogotáun programa, del cual once de los cortos exhibidos, por sus títulos, refieren a lugares del centro del país (El gran salto del Tequendama, Caídas del Bogotá en su descenso hacia el Charquito, Puerto de Cambao y otros). Sin embargo, ningún vestigio material, es decir, ningún rollo de estos títulos ha llegado hasta el presente. Es de1915, el año del cual se tienen los indicios físicos más antiguos, encontrados hasta la fecha,del inicio de la realización de cine colombiano y es el año fundacional de la producción continua de cine en Colombia.
Los acervos de la productora, Sociedad Industrial Cinematográfica Latinoamericana-Sicla, de los Di Doménico Hermanos & Co.son el primer yacimiento arqueológico del cine colombiano, en el cual se encontraronlas evidencias materialesmás antiguas en rollos de 35 milímetros, en nitrato de celulosa, blanco y negro –Eastman-Nitrate-Film–. Se conservany se cuenta con sus respectivos duplicados obtenidospor preservación fotoquímicaen1986,en acetato –Acetate-Safety-Film–.Losregistros de imágenes en movimiento colombianas que han sobrevivido de manera fragmentaria, entre todos alcanzan algo más de siete minutos. Son las pruebas tangibles,pero hay otras, los elementos conexos: anuncios, avisos y notas de prensa, que revelan que fue en 1915 cuando dio comienzo de forma permanente a la producción de cine en Colombia.
El equívoco del Carnaval en Barranquilla de 1914
Existe un equívoco, que se ha mantenido por varios años desde finales del siglo pasado, al de asignarle el año de 1914 a uno de los rollosencontrados en 1993, en Barranquilla,en la casa deFloro Manco,pionero del cine documental en Colombia,fotógrafo,cineasta y optómetra, quese dato erróneamente del año de 1914.Estainexactitud atribuyéndolea ese registro como el soporte fílmico más antiguo del cine colombiano, desconoce la evidencia histórica que da elrollo entregado por la familia Manco. Se trata de un rollo en positivo reversible de proyección, solo imagen, sin sonido, con el ancho de cinta de dieciséis milímetros, con secciones en color y blanco y negro.La película fue lanzada al mercado mundial en julio de 1923 en Nueva York, por Eastman Kodak, no fue fabricada en nitrato sino en acetato, lo cual evitaba los peligros de autocombustión que tenía la película en 35 mm, que sí era elaborada en nitrocelulosa. Por consiguiente,no había soporte fílmico de 16 milímetros en el cine mundial en el año de 1914.
La confusión provino de la identificación que realizó el escritor e historiador José Antonio Nieto Ibáñez (1944-2025), quien no contrastó las fuentes hemerográficas, donde encontró los datos del Carnaval de Barranquilla en 1914,con la fecha de fabricación de los soportes encontrados y recibidos por Sara Harb de la Cinemateca del Caribe. Las imágenes que contiene el registro son la otra base que comprueban que José Nieto identificó mal el rollo de 16 mm como el soporte de Carnaval de Barranquilla en 1914. Las filmaciones fijadas en el fragmento corresponden al carnaval, sin duda, pero al ser en color una parte del rollo, no pudieron ser rodadas en 1914, porque el soporte en rollos de cine en color en 16 milímetros se comenzó a fabricar a partir de 1935.
La confusión provino de la identificación que realizó el escritor e historiador José Antonio Nieto Ibáñez (1944-2025), quien no contrastó las fuentes hemerográficas …
Los detalles que brindan directamente las imágenes,ponen en evidencia que esta filmación es posterior a 1935. Unas son lasrelacionadas con el año de los modelos de los automóviles y sus carrocerías, que aparecen en varias partes del fragmento. Una, en particular marcada de manera nítida con la cifra 1738, numeración que se alcanzó para las matrículas de los carros en la Arenosaen años posterioresa 1930.Otras pistas que desvirtúan la datación de 1914,son las edificaciones que se ven en la filmación del desfile de la Batalla de Flores, por ejemplo, la sede del Sindicato Nacional de Comercio, en la calle del mismo nombre, que solo entró en funcionamiento a partir del tercer decenio del siglo veinte.Todo es prueba de que el rollo que se conoce como Carnaval de Barraquilla, que tiene el fondo de la Cinemateca del Caribe en las bóvedas de Patrimonio Fílmico, no corresponde al año de 1914.
Evidencias arqueológicas
José Antonio Nieto Ibáñez fue autor de catorce libros, entre otros,Barranquilla en Blanco y Negro (tres tomos) y de dos ediciones del libro Floro Manco: Pionero del Cine Documental Colombiano. En las páginas específicamente de la 374 a la 376 de Barranquilla en Blanco y Negro (Tomo 1) se puede comprobar que la película Carnaval de Barranquilla existió. De igual manera, en el ya citado libro sobre Manco, Nieto da fehacientes pruebas de que el documental fue realizado. El título que el maestro Nieto transcribe de los periódicos, que cita, es Carnaval de Barranquilla en1914, porque para entonces era muy importante dejar claro, de qué año era la filmación de un evento, que se sucedía anualmente, como las procesiones y los carnavales. También en los dos libros mencionados se dan pormenores, con citas precisas, de los antecedentes de la filmación, la distribución exclusiva que, para su exhibición, tuvo la empresa Kinematógrafos Universal y de la impresión que causó: “El público la aplaudió mucho y salió satisfecho de haberse visto en el trapo blanco.”
En el proceso de identificación por los códigos de fabricación que se encuentran en los bordes de los rollos se pudo determinar, ya en agosto de 1998, por Procesos Técnicos de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, que los rollos además donde por error se ubicóCarnaval de Barranquilla 1914, que sumados dan, entre todos casi trece minutos, son en película de 16mm reversible Kodak, con símbolos que indican que el año de fabricación corresponde a 1924. Se encontraron unidos, como ya se dijo, a otros segmentos pertenecientes a los años 1926 y 1935, con un único tramo de película Kodachromeen color con fecha de manufactura de 1939. Hay que reiterar que el 16mm en color salió al mercado mundial cinematográfico en 1935.
Por esa asignación errónea del fragmento al que se le dio el tituló de Carnaval de Barranquilla y se fechó como de 1914, se ha venido propagando una información de una antigüedad que no corresponde a los elementos físicos sin atender que, en el margen exterior de las perforaciones, en el borde, están los símbolos de cuando fueron fabricados, los que ya se detallaron y que corresponde con un margen muy pequeño de meses al de cuando fueron filmados.
Por esa asignación errónea del fragmento al que se le dio el tituló de Carnaval de Barranquilla y se fechó como de 1914, se ha venido propagando una información de una antigüedad que no corresponde …
Queda el reconocimiento a Floro Manco como el pionero en Colombia que asumió de manera autónoma el trabajo de documentar aspectos de la realidad nacional en películas como De Barranquilla a Cartagena–1913 y Carnaval de Barranquilla–1914, de las cuales se tiene certeza de su exhibición y de las cuales no se ha podido rescatar para el presente, evidencias físicas en rollos en cine.
El historiador del cine colombiano Álvaro Concha, en su Historia Social del Cine Colombiano, tomo 1, publicado en 2014. Dedica varias páginas a la figura precursora de Floro Manco Lamboglia y a sus películas.Puntualiza en la página 199 que “los fragmentos existentes de la Procesión del Corpus constituyen las imágenes en movimiento más antiguas que se conservan en el país”
Una historia entre hermanos los Di Doménico
Francesco (1880-1966) y Vincenzo (1882-1955) nacidos en Castelnuovo di Conza, municipio italiano enclavado en la parte sur de los Apeninos, son los hermanos Di Doménico Cozzarelli.Líderes de una familia que se aventuró a un peregrinar, en busca de mejores oportunidades, por tierras americanas, aprovechando la novedad del cinematógrafo para, en primera instancia, conquistar públicos para sus proyecciones cinematográficas, entre otros lugares,en el Salón Olympia de Bogotá, inaugurado por ellos en 1912, para exhibir largometrajes franceses e italianos que adquirían en Europa.
Los Di Doménico,de 1912 a 1927,exhibiendo, distribuyendo, filmando y produciendo cine lograron consolidar una Empresa Nacional de Películas, conglomerado de negocios cinematográficos que a través de la Di Doménico Hermanos & Co. y su filial la Sociedad Industrial Cinematográfica Latinoamericana-Siclaoperaron desde Guatemala a Perú, incluyendo el territorio nacional. Para 1915 lanzaron Olimpia:Revista cinematográfica ilustrada, que anunciaba tirajes de cinco mil ejemplares para cada edición, en gran formato, tipo periódico.Para 1914, inauguraron el registro social, de tipo documental, con la primera etapa del Diario Colombiano, actualidades del acontecer en las calles de Bogotá. Registrando a los transeúntes y exhibiendo en las funciones de vespertina antes del largometraje estos cortos, desafortunadamente, de este periodo no se conserva ninguna filmación.
Para 1915 publicaron en la página 5 de El Espectador, del martes 15 de junio, el estreno de la primera película nacional, el aviso en cuestión dice:
Gran Cinema Olympia Di Doménico Hnos& Co.
Para el jueves 17 de junio grandioso acontecimiento cinematográfico
Primera película nacional: LA FIESTA DEL CORPUS
celebrada el domingo 6 de junio. Variados números de couples
y bailes por los niños españoles
Lo de los couples y bailes muestra como los Di Doménico, empeñados en atraer al público, combinaban la proyección de cine, todavía por estos años, la mitad de la segunda década del siglo veinte, con un espectáculo de variedades, de números de entretenimiento, música y bailes. Lo que permitía la participación activa de los espectadores y la presencia de un animador a manera de presentador. Es importante darse cuenta de que para la exhibición cinematográfica los Di Doménico mantuvieron la práctica de acompañar las proyecciones con música en vivo.
Para 1915, estamos en el gobierno conservador de José Vicente Concha (1914-1918), que, empeñado en la enseñanza de la religión católica, nombró ministro de Instrucción Pública a un prelado, que asistía a los Consejos de Ministros con bonete, monseñor Carlos Cortés Lee. Este detalle no debe dejarse de lado, ni el de que el presidente Concha, después de terminar su mandato, fue nombrado embajador ante el Vaticano. Tampoco que en 1913 se celebró el primer Congreso Eucarístico de Colombia y el ministro de Relaciones Exteriores, Marco Fidel Suárez, dio su famoso discurso Oración a Jesucristo. Para 1915 la población de Bogotá no llegaba a los130 mil habitantes y el analfabetismo en el país cruzaba los márgenes del 65 por ciento.
Es importante darse cuenta de que para la exhibición cinematográfica los Di Doménico mantuvieron la práctica de acompañar las proyecciones con música en vivo.
Los Di Doménico demostraron tener un agudo sentido de la oportunidad comercial. Pudo haberles fallado, por lo imprevisible de la “cultura política” de los colombianos, en el caso de aprovechar la oportunidad de hacer una película, a solo un año del asesinato del líder liberal Rafael Uribe Uribe, pero, en general, en la creación de su emporio comercial demostraron astucia, incluso con la venta a Cine Colombia. En el mismo año de la llegada y posterior implantación del cine sonoro, 1927. Dos años antes de la Gran Depresión. De manera que, para empezar, con la que llamaron la “primera película nacional”: La Fiesta del Corpus, hicieron una apuesta acertada, desde la decisión de su filmación y la del previsible recibo por parte de un público, que se encontraba preparado para interesarse en ese registro, con “imágenes animadas”, toda una novedad en esos tiempos. Si vemos las imágenes nos podemos dar cuenta de la inmensa cantidad de personas que asistieron al Desfile del Corpus Christi, nombre con el que también, se conoció la película.
Tanto en la Fiesta del Corpus como en La procesión cívica del 18 de julio la religión católica está presente, demostrando el rol jerárquico que tenía en la sociedad. Son notorios los pasacalles con avisos como Jesucristo Príncipe de la Paz, en la que se llamó “procesión cívica”. El poder eclesiástico ejercía una influencia definitiva sobre las instituciones civiles. Hay que tener en cuenta que los Di Doménico eran hábiles hombres del negocio cinematográfico que se acomodaban a las fuerzas sociales imperantes.
Después de lo que significó para los Di Doménico el estreno de El drama del 15 de octubre, el primer largometraje del cine colombiano presentado en muy pocas oportunidades en noviembre de 1915, rechazado, censurado por parte del púbico liberal, por la prensa nacional y por algunos funcionarios locales. Los Di Doménico entre 1924 y 1926 estrenaron Aura o las violetas, Como los muertos y El amor, el deber y el crimen, títulos de otras de sus memorables películas de largometraje, que se encuentran entre los mejores momentos del cine nacional, que fueron sus últimas y decidas apuestas de producción en el arte mudo colombiano antes de vender su establecimiento cinematográfico a la naciente Cine Colombia, en 1927.
La fiesta del Corpus
La procesión cívica del 18 de julio, 1915.
Sociedad Industrial Cinematográfica Latinoamericana-Sicla-
Producción: Di Doménico Hermanos & Co
Dirección: Francesco Di Doménico
Cámara: Vincenzo Di Doménico y Hernando Bernal
5 min. 43 seg. Original en 35mm en nitrato, blanco y negro.
https://www.facebook.com/watch/?v=909700212425055
Los fragmentos de estos dos cortometrajes, se encontraron unidos La Fiesta del Corpus da comienzo en el atrio de la Catedral Primada de Bogotá, siendo este el lugar que aparece por primera vez en el cine nacional. La procesión continúa con el desfile de monaguillos, colegiales con uniformes, militares y niños armados de réplicas de fusiles de madera. Una imagen que mantiene la vigencia del involucramiento de los menores de edad en la violencia sempiterna de la colombianidad. Hay también en esta hilera de personajes, que desfila frente a la cámara, curiosos a lado y lado, policías y personalidades, entre estas se destaca, al comienzo, el sacerdote José María Campoamor, vestido de blanco. Aparecen otras a lo largo del metraje como monseñor Ismael Perdomo, el senador José Joaquín Casas, famoso en su época por sus discursos en el Congreso en verso. Otro detalle es la lluvia, que no percibe el lente de la cámara, pero queda registrada en la acción de varios participantes que “encienden” sombrillas y paraguas.
La procesión continúa con el desfile de monaguillos, colegiales con uniformes, militares y niños armados de réplicas de fusiles de madera.
La procesión cívica del 18 de julio, que se han atribuido, puede ser del desfile de conmemoración a San Antonio, celebrada el 7 de junio un día después del Corpus Christi. Hay indicios como la profusión de pancartas que llevan los transeúntes con letreros como “Cristo es el príncipe de la paz” y “Cristo vence”. Las tomas correspondientes aldesfile militar duran pocos segundos y se limitan al batallón de la Guardia Presidencial, porque lo que la mayor parte de las imágenes muestran es niñas y niños de colegios formados ymiembros de comunidades religiosas.
El primer largometraje del cine colombiano
El drama del quince de octubre,1915.
Sociedad Industrial Cinematográfica Latinoamericana-Sicla-
Producción: Di Doménico Hermanos & Co
Dirección: Francesco Di Doménico y Vincenzo Di Doménico
Cámara: Vincenzo Di Doménico
Fragmento: Alegoría de la libertad. 48 segundos en 35mm. Blanco y negro.
El asesinato del general Uribe Uribe, que en el momento de su muerte era el jefe de un grupo de liberales que se había aliado con el gobierno conservador de José Vicente Concha, es destacado como elprimer magnicidiodelsiglo veinte. Como parte de la leyenda, que no se ha comprobado, se dice que, en su calidad de senador de la república, en el momento del fatal atentado, llevaba en el bolsillo un proyectode Ley sobre la indemnización por accidentesde trabajo, lo que beneficiaría al gremio de donde se identificó a sus asesinos, los artesanos Jesús Carvajal y Leovigildo Galarza; un herrero y un carpintero, quienes habían perdido sus trabajos en el Ministerio de Obras Públicas.
El fatal atentado aconteció un quince de octubre de 1914, en las afueras del Capitolio Nacional, cuando el estadista, escritor y periodista caminaba a ocupar su curul en el Capitolio Nacional. Sin embargo, Uribe Uribe no falleció el mismo día de la brutal agresión, el drama de su agonía se prolongó todo el 15 y finalmente al tercer día, el 16 de octubre, siendo las dos de la mañana, falleció, el acta de defunción fue levantada por la autoridad competente con esa fecha.
Estos acontecimientos así, como los ocurridos después del deceso de Uribe Uribe, el concurrido funeral y los actos recordatorios celebrados al primer aniversario de su muerte, en 1915, hacen parte del argumento principal, contado usando una narrativa a medio camino entre el registro documental y la recreación de los hechos sucedidos. Todo esto es una suposición a partir de la lectura de las fuentes periodísticas, que no son escazas, que dan detalles sobre una película que pocos vieron. El primer largometraje nacional, El drama del quince de octubre, acerca del cual conmemoramos, en noviembre de 2025, los primeros ciento diez años de su estreno, dijo también, el recientemente galardonado escritor y crítico de cine, Hugo Chaparro, en un artículo del El Espectador: “La violencia nos definió en la historia y la ficción”, observa de manera acertada. (La muerte filtra la pantalla, El Espectador, 18-07- 2008).
El primer largometraje nacional, El drama del quince de octubre, acerca del cual conmemoramos, en noviembre de 2025, los primeros ciento diez años de su estreno …
En El drama del 15 de octubre hay reconstrucción de hechos que se integran al relato fílmico. La cirugía antes de la muerte, al cuerpo inerme de Uribe Uribe, es por lo que se deriva de las descripciones, que recoge la prensa escrita de esos años, una puesta en escena, la que se combina con el registro de hechos filmados, en el momento de su ocurrencia, como la conmemoración en el mausoleo del Cementerio Centraldel primer año del asesinato, sucedidas en octubre de 1915. El mausoleo es el otro hito geográfico, donde ocurrió la segunda filmación de cine en Colombia de la cual se tiene restos en nitrato, y que hoy sobrevive en el Cementerio Central de Bogotá, por cierto, bastante saqueada.
El drama 15 de octubre es responsabilidad de Francesco Di DoménicoVincenzo Di Doménico, hermanos que son los pioneros absolutos del cine colombiano.Los Di Doménico eran empresarios que usaban mecanismos de propaganda para atraer afluencia de público para sus películas, como ya lo vimos, combinaban espectáculo, proyecciones y música. En un aviso publicado por los Di Doménico a comienzos de febrero de 1915, se ve que preparaban su realización: “Se dará cien francos a un argumento que pueda servir para hacer la apoteosis de la vida política y la muerte del generalUribe Uribe y dé campo para ilustrar varias de las acciones en que el ilustre mártir sirvió a la patria”.
Los Di Doménico estrenaron su película El drama del 15 de octubre a comienzos de noviembre de 1915, en el Salón Olympia, días después de las conmemoraciones que tuvieron lugar en varias partes del país, con motivo del primer aniversario de la muerte del general. Como prueba de su empeño comercial prepararon al público, así apareció el 27 de octubre de 1915en El Tiempo una nota que dice: “La empresa del Cine Olympia está actualmente haciendo una reconstrucción de los detalles más interesantes del asesinato del General Uribe, para traspasarlos a la cinta cinematográfica, la que será representada próximamente”
El estreno del Drama del 15 de octubre causó de inmediato una conmoción social amplificada por la prensa a nivel nacional, lo que provocó un rechazo y la censura de la película, hasta su desaparición casi total, buscando borrarla de la memoria fílmica nacional. Según Enrique Santos Molano,“los moralistas de entonces pusieron el grito en el cielo y hubo un movimiento para impedir la proyección…y fue destruida por orden judicial”(Años de cine, Credencial Historia, edición No 177, 2004). Eso último no se ha probado y es una apreciación del historiador, sí hubo funcionarios que a nivel local la prohibieron, pero no hay constancia de su destrucción por orden judicial. Las críticas se extendieron a la forma como se promocionó el estreno: “Se exhibe la efigie del Gral. Uribe en las esquinas públicas y en cartelones de reclame, ni más ni menos como si fuera la de un torero o de la de un cómico celebre.” (El Cine Gráfico,N.º20, 1916).
Leila El Gazí en la Revista Credencial Historia, de abril de 1999 (N.º 112) nos cuenta qué mostraba la película: Se iniciaba con un retrato de Uribe Uribe, a continuación una puesta en escena mostraba la operación practicada al general antes de morir. Venían después las imágenes del entierro en Bogotá, se veía la salida del féretro de la basílica para ser conducido al cementerio, el desfile del pueblo bogotano, los carruajes con coronas, los oradores pronunciando sus discursos ante la tumba y las descargas de fusilería. Una segunda puesta en escena, presentaba a los autores materiales del crimen, Galarza y Carvajal.
La revista El Cine Gráfico menciona un montaje, “una reconstrucción”, en la cual se lee que los Di Doménico “fotografiaron los sitios principales del sangriento drama, y a los acusados de su muerte.” En la siguiente parte se incluían imágenes de los homenajes que se le rindieron a Uribe Uribe en el primer aniversario de su muerte: más desfiles de coches, peregrinaciones a las pictografías en las “Piedras de Tunja” y oradores. La película finalizaba con una alegoría sobre la tumba de Uribe Uribe, La alegoría de la libertad.
La revista El Cine Gráfico menciona un montaje, “una reconstrucción”, en la cual se lee que los Di Doménico “fotografiaron los sitios principales del sangriento drama, y a los acusados de su muerte.”
Concha Henao en la Historia Social del Cine del Cine en Colombia, tomando como base la información aportada por Leila El Gazzi, a la cual cita, compendia lo que denomina “la estructura del documental”, dividiéndolo en seis partes posibles:
- Apertura: retrato de Uribe Uribe
- Cirugía antes de la muerte
- Funerales
- Salida de la catedral con el féretro
- Desfile popular
- Carruajes con coronas
- Discursos
- Salvas de ejército y la policía
- Presentación de los asesinos en el panóptico
- Homenajes en el primer aniversario
- Desfiles
- Peregrinaciones, pictografías de las “Piedras de Tunja”
- Discursos
- Cierre: en el mausoleo una mujer: Alegoría de la libertad, agita la bandera de Colombia.
Este esquema permite ver que, en la primera parte, las filmaciones de registro directo se combinan con las de reconstrucción y las de puesta en escena. Los Di Doménico tenían filmaciones del sepelio del General, ocurrido el 18 de octubre de 1914 y las utilizaron para Eldrama del 15 de octubre, estrenada en noviembre de 1915 y por lo tanto acudieron a su archivo de imágenes documentales. Dejando claro que el primer largometraje de tipo documental del cine colombiano utilizó imágenes de su archivo, filmadas un año antes.
En el libro Mirando solo a la tierra, de Germán Franco Diez (Pontificia Universidad Javeriana, 2013), hay una relación de espectáculos y películas presentados en la ciudad de Medellín, tomadamuy juiciosamente, mes a mes, de las ediciones de los periódicos que se conservan en esa ciudad y de esa época. En marzo de 1915 se referencia que se presentó una cinta que se llamó Los funerales del General Uribe Uribe. Esto permite asegurar que existía ese fragmento, el del entierro de UribeUribe, en los archivos de los Di Doménico, ya lo sospechaba Chaparro en su artículo, cuando afirma: “Nuestro primer largometraje filmó en cámara ardiente a Rafael Uribe Uribe.”
La reconstrucción de la cirugía fue desafortunada, se sabe que realmente se realizó una, el 15 de octubre, mientras el líder agonizaba. Solo basta con leer la reacción que apareció en un periódico para entender que fue poco lograda, macabra e inverosímil. La nota dice: “Harta censura mereció –por parte del público asistente al estreno– el procedimiento de reconstruir, de una manera tan torpe, la escena de la operación practicada al general Uribe, ya moribundo. ¡Y hubo médicos que se prestaron a eso!” (Rigoletto, 1915).
Las más audaces escenas fueron las que presentaron a los asesinos confesos encarcelados en el panóptico, sede, hoy, del Museo Nacional.Primero por los ardides de los productores para lograr que los sicarios Galarza y Carvajal permitieran ser filmados. Ellos no habían consentido a las varias solicitudes de la prensa y fotógrafos. Hay que recordar que habían sido aprehendidos el mismo día del crimen. Fue gracias a convenir con ellos, previamente un pago, que ellos accedieron: “Al día siguiente, los empresarios se presentaron con sus aparatos y hallaron tanto a Galarza como a Carvajal trajeados con sus mejores ropas y arreglados de manera correcta. Con gran facilidad y comparecencia, se prestaron a todas las posiciones que desearon los operadores.” (El proceso sube al tribunal. El Diario Nacional, 1916).
En sus memorias, Francesco Di Doménico escribió: “Filmamos a los sindicados, escondiéndonos en todos los rincones del Panóptico para poderlos tomar infraganti y no en pose forzada.” Juan Di Doménico, hijo de Francesco Di Doménico, en una entrevista que conserva la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, recordaba “que de rodillas los asesinos aparecían en la película pidiendo perdón”. En la crónica del 6 de diciembre de 1915 aparecida en el Rigoletto, periódico de Barranquilla,la misma que se mencionó antes, se afirma que “de la película El drama del 15 de octubre lo único que aparece allí con cierto y relativo interés son los asesinos. Parece que hubo cuidado especial en que estos hicieran más repugnante su aparición en la cinta”. En resumen, una puesta en escena que molestó a la prensa y al público, pero que seguramente satisfizo filmadores y productores, a los Di Doménico, por la osadía que planteó su realización.
En sus memorias, Francesco Di Doménico escribió: “Filmamos a los sindicados, escondiéndonos en todos los rincones del Panóptico para poderlos tomar infraganti y no en pose forzada.”
La segunda parte de la película, la que se identifica en el esquema de Concha Henao con los numerales 5 y 6, es el registro directo de tipo documental de las solemnidades que se verificaron en la capital con motivo del aniversario de la muerte de Uribe Uribe. La escena de La alegoría de la libertad, con que termina la película, no se salvó tampoco, de la crítica de los periodistas “…un cuadro llamado La Apoteosis cuyo simbolismo es supremamente trivial: una mujer agita, a derecha e izquierda, la bandera colombiana sobre el monumento erigido al general Uribe Uribe”, en el mausoleo del Cementerio Central de Bogotá. (Rigoletto, 1915)
Una “película inmoral” se le denominó en su momento, fue prohibida por las distintas juntas de censura departamentales “por medida de orden público”, después de algunas exhibiciones en diferentes ciudades del país, se ocasionaron desórdenes frente a los teatros, y aún después de que Francesco Di Doménico realizara una nueva versión, recortando las escenas más polémicas, la película no pudo ser explotada en los circuitos de exhibición.
El crimen del capitolio, como algunos cronistas denominaron la película, precisamente eludió la reconstrucción del ataque a mansalva de los asesinos contra Uribe. Los Di Doménico se abstuvieron de poner en escena el mortal asalto a la humanidad del líder, en la esquina del Capitolio y solo parece que se refirieron al hecho, cuándo Galarza y Carvajal describieron, desde el panóptico, en la parte que les correspondió en el filme, el modo en que asestaron los golpes durante la ejecución delmagnicidio. Hay también que tener presente que las cámaras y lentes de la época no permitían grandes maniobras y desplazamientos y que la ausencia de sonido, asociado directamente a la imagen, limitaba la expresión.
Donde la película sí fue bien recibida y pudo presentarse, en sesión privada de ensayo, fue en Medellín y allí la prensa no la masacró. En el periódico El Colombiano, de 18 de noviembre de 1915, aparece una nota que dice: “Película interesante que no contiene ningún pasaje inconveniente. Al contrario, se ve allí la manifestación formidable del dolor nacional y de los pomposos honores que se rindieron”. Sin embargo, un grupo de funcionarios, sin haber visto la película y seguramente azuzados por la competencia de los Di Doménico, prohibió su exhibición pública.
El palimpsesto de las imágenes de los Di Doménico en el archivo histórico cinematográfico colombiano de los Acevedo
Los Di Doménico no legaron archivos fílmicos, sus películas al momento de la venta de sus activos a Cine Colombia, en 1927, se dispersaron y solo el empeño archivístico de los Acevedo es por lo que se han encontrado fragmentos de la extensa producción de los hermanos Di Doménico. A la fecha no tenemos el catálogo completo, en un solo compendio, de su aporte a la producción de cine colombiano. La Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano recibió una valiosa documentación personal y administrativa, gran parte de ella la fundamentó e ilustró el libro Tiempos del Olympia, que Jorge Nieto hizo en coautoría con Diego Rojas y que se publicó en 1992. Los registros fílmicos realizados por los Di Doménico sobrevivieron y llegaron hasta hoy porque se encontraron mezclados en los más de 150.000 pies de película del Archivo Histórico Cinematográfico Colombiano de los Acevedo.
La Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano recibió una valiosa documentación personal y administrativa, gran parte de ella la fundamentó e ilustró el libro Tiempos del Olympia, que Jorge Nieto hizo en coautoría con Diego Rojas …
Los Acevedo son los otros pioneros de la cinematografía nacional. A ellos se les debe dar el crédito de ser los primeros en guardar y conservar de forma sistemática un archivo fílmico, que abarca cerca de un poco más de 34 horas y contiene registros fílmicos que llegan hasta los años cincuenta del siglo veinte, que son hoy custodiados por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, restaurados foto químicamente con duplicados en el mismo soporte fílmico en contratipos y preservados en archivos digitales masterizados en 4K. Pero este archivo fue objeto de una desafortunada intervención antes de ser preservado, en 1986, gracias al empeño de Jorge Nieto y la EssoColombiana y antes de ser incluido, en 2018, en la lista de UNESCO, Memoria del Mundo para América Latina y el Caribe–MOWLAC–.
El drama del quince de octubre, como vestigios de un palimpsesto fílmico, que es la memoria de los primeros años del cine colombiano, se entreveraron en los registros de los Di Doménicoque se ubicaron en el Archivo Acevedo. Es entonces en el archivo de los Acevedo donde se encontraron los fragmentos de las películas como la Fiesta del Corpus o la Procesión Cívica del 18 de julio de 1915 plenamente identificadas, en su autoría, como pertenecientes a los Di Doménico, y es también allí donde se encuentran las secuencias de la Alegoría de la libertad que, como decía Jorge Nieto en Tiempos del Olympia, era “posiblemente lo único que queda de la conflictiva película El drama del 15 de octubre”.
Hay que recordar el desafuero archivístico cometido por parte de una empresa de televisión, RTI, bajo la cual estuvieron a cargo los materiales,contra el Archivo Histórico Cinematográfico Colombiano de los Acevedo, cuando en ese momento la titularidad y tenencia estaba en poder de Intercor–International Colombia ResourcesCorporation– empresa subsidiaria de Exxon. Ocurrió, en los años sesenta del siglo pasado, cuando se destruyó el montaje original en que venían organizados los rollos y se creó, a partir de una observación superficial y ligera, nuevas agrupaciones con nombres como: actos sociales, actos fúnebres, corridas varias, etc. Y otros,que cuando no se pudieron reconocer en ninguna de esas categorías arbitrarias se juntaron, sin acudir a la verificación de las marcas en los bordes de los rollos, como Varios,aglutinados en periodos de fechas aproximadas, según una primera observación de los contenidos de imágenes,juntado metraje de diversas épocas y procedencias. Todo para atender la demanda de uso, para cumplir con las franjas de horario de la parrilla de la programación televisiva.
En el grupo de registros identificados como Varios sin fecha (Eastman, Gevaert, Agfa) 1916, aparecen las filmaciones de las pinturas murales realizadas sobre los abrigos rocosos que se encuentran en las inmediaciones del parque arqueológico conocido porentonces como Las Piedras de Tunja, en Facatativá, donde se aprecia la figura monumental de Uribe Uribe entre los generales liberales, mártires de las guerras civiles del siglo XIX,Ricardo Gaitán Obeso (1850 -1886) y Zenón Figueredo (muerto en 1899) coronados por el Escudo Nacional. En otros dos bloques pétreos, que flanquean un lado del tríptico donde aparece Uribe Uribe, se encuentran las pinturas también sobre piedra de Santander (1792-1840) y la del presidente de los Estados Unidos de Colombia Manuel Murillo Toro (1816-1880). El Olimpo fundamental del liberalismo colombiano hasta ese momento puesto en las piedras colosales.
Hoy este sitio ha sido resignificado, valorado y se conoce ahora como Las piedras del Tunjo,en el Parque Arqueológico Nacional de Facatativá, por la calidad de las pictografías prehispánicas que allí se encuentran, las cuales ya habían sido objeto de atención por la Comisión Corográfica en 1850. Este conjunto de pinturas rupestres es un lugar sagrado del pueblo-nación Chibcha y es objeto de culto y peregrinación por las comunidades indígenas del país y allí “a dicho círculo de piedra, los líderes de la comunidad muisca lo denominan la Plaza de Gobierno” y, según ellos mismos, era el lugar ordenado por los abuelos ancestrales para ritualizar los actos de posesión de los gobiernos y autoridades indígenas de los pueblos muiscas. (Memoria, patrimonio arqueológico y utopías interculturales: dogma y misticismo en el parque arqueológico Las Piedras del Tunjo en Facatativá, Pablo Felipe Gómez-Montañez, Hallazgos No. 10. Universidad Santo Tomas,2012).
Este conjunto de pinturas rupestres es un lugar sagrado del pueblo-nación Chibcha y es objeto de culto y peregrinación por las comunidades indígenas del país …
Las pinturas murales fueron terminadas en 1915 en el mes de octubre, como parte de las conmemoraciones a las que ya hemos hecho referencia con motivo de honrar la memoria del líder liberal, cuyo asesinato, como también hemos dicho, se conoce como el primer magnicidio en la historia republicana en la Colombia del siglo veinte. Estos murales, que se realizaron en uno de los sitios donde se encuentran las pictografías prehispánicas, fueron adjudicados en su autoría a por lo menos dos artistas, uno de ellos es Coriolano Leudo, que ya tenía relación con los Di Doménico porque había pintado para ellos el telón del escenario del Gran Salón Olympia, que ellos administraban y cuya pintura de la Firma del Acta de Independencia (1938) es uno de sus obras más conocidas. Sin embargo, la cronología de la vida de Leudo, que se conoce ampliamente, no permite adjudicarlas a este prestigioso maestro, porque por esa época se encontraba fuera del país.
La historia de nuestra cinematografía da inicio con una obra que se aventuró, no sin afán de impactar comercialmente, con un tema nacional de actualidad y trascendencia para su momento, el asesinato de un líder político que, como Uribe Uribe, congregaba, como nunca antes, a loscolombianos. El funeral de Uribe Uribe es recordado como la más grande movilización que hasta entonces, 1915, que concentró una multitud nunca antes vista.
En 1928 otro largometraje, en cuyo tema aparece nuevamente Uribe Uribe, del cual quedan menos huellas fílmicas que deEl drama del quince de octubre, es Rafael Uribe Uribe o el fin de las guerras civiles en Colombia, dirigida por el actor español Pedro J. Vásquez. Contó con el guion original del escritor antioqueño Francisco Gómez Escobar (1867-1938), más conocido como Efe Gómez,quien era una de las apuestas para atraer al público, además de la figura y evocación de Uribe Uribe. Se sabe que se estrenó en el teatro Junín de Medellín en diciembre de 1928.Por su duración, que alcanzaba las 5 horas, en treinta rollos, fueron tres los días en que pasó su primera exhibición, pero los productores de la Sociedad Bolívar S.A. decidieron reducirla a trece rollos. Con esta película recortada se exhibió en varios departamentos del centro del país y en la costa caribe durante 1929, para tratar de recoger los dineros que costó su producción, porque el objetivo inicial, el de recoger fondos para que el actor ibérico Pedro J. Vásquez volviera a España, ya se habían olvidado.
Reconstrucción fragmentaria del primer largometraje del cine colombiano
En 2015, la Cinemateca Distrital, hoy Cinemateca de Bogotá, durante el Salón Internacional de la Luz, se programóen uno de los eventos un Homenaje: 100 años del Estreno del Primer Largometraje del Cine Colombiano, en esa ocasión presentamos una versión en video de un poco más de cinco minutos de duración, que, tomando el orden propuesto por Concha Henao, en la mencionada Historia Social del Cine en Colombia, tomo 1. Acudiendo a fragmentos tomados del Archivo Histórico Cinematográfico Colombiano de los Acevedoy ordenándolos en una edición, con los recursos técnicos para la edición y musicalización de hoy, se presentó, El drama del 15 de octubre (Fragmento).
Las imágenes de archivo se ubicaron en las filmaciones que hacen referencia visual a las seis partes que integraban la estructura del largometraje, luego al no haber filmaciones de Jesús Carvajal y Leovigildo Galarza, se usaron las fotografías tomadas por Arístides Ariza (1894-1948) de los mismos. Para el funeral se acudió a las imágenes que se encuentran en el aparte de “honras fúnebres” donde están, entre otras, las correspondientes al 8 de junio de 1929 (Acevedo e Hijos–1929);otra reconstrucción fragmentaria, con una duración de más de diez minutos, tiene una parte significativa, el desfile de señoras, entrando por la calle 24, precisamente al Cementerio Central. Otro metraje de puro Archivo Acevedo, como quiera que es el que inaugura su proeza fílmica, de más de treinta años de registros documentales para los noticieros cinematográficos, es Los Funerales de Benjamín Herrera (Acevedo e Hijos–1924).
En El drama del 15 de octubre (Fragmento)hay unos momentos en que la imagen se ve partida por una raya horizontal, que surgió al unir dos partes de una misma imagen, que quedaron separadas durante el copiado, al correrse la ventanilla y no ajustarse en el momento de la duplicación de nitrato a acetato. Ese “efecto”, en la base de datos, nombrado como “daño de copiado”, refuerza la idea de las imágenes de archivo como desgastadas. Lo que no es verdad porque unas imágenes filmadas hacen más de cien años pueden parecer filmadas en el presente si el soporte que las contiene, en negativo, está en buen estado de conservación.
En El drama del 15 de octubre (Fragmento)hay unos momentos en que la imagen se ve partida por una raya horizontal, que surgió al unir dos partes de una misma imagen, que quedaron separadas durante el copiado …
Las partes donde aparecen los políticos, entre ellos los hijos de Uribe Uribe en el Mausoleo del Cementerio Central, corresponde a los Funerales de Benjamín Herrera. En la versión que se puede consultar en el siguiente link conserva los créditos que en otros enlaces han desaparecido, lo cual no deja de advertir que todo lo que va con el primer largometraje es misterio y obsesión.
El drama del 15 de octubre (Fragmento)2015.
Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano. 5 min. 36 seg. Video Digital.
Versión con imágenes del Archivo Histórico Cinematográfico Colombiano de los
Acevedo y fotografías de Arístides Ariza
Idea e Investigación de Archivo. Rito Alberto Torres
Edición: Enrique “Quike” Garzón
Música. Nicolás Rodríguez
https://drive.google.com/file/d/1ztZrS5rBnj4txerJRs9j8U2c5jDQ3B_7/view?usp=sharing
Las posibilidades de hallar el primer largometraje del cine colombiano se esfumaron, según se deduce de la última alusión que se hizo deEl drama del 15 de octubre en eluniverso de publicaciones y portales digitales. Dice José Á. Báez de La rueda sueltaque la película “se consumió en un incendio”. Teoría probable porque siendo el nitrato su soporte es posible que se haya autoinflamado. Los Di Doménico en su casa preferían “hablar pasito o no tocar el tema”, según los testimonios familiares
La producción de cine colombiano se vio afectada no solo por el veto puesto sobre los filmadores más organizados y con capacidad de realizar registros cinematográficos en momentos en que el material de película virgen escaseaba a causa de los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial, situación que se prolongó hasta el final de la contienda, en 1918. A pesar de ello, se tiene noticia de avisos en la prensa local de películas que llevan en el título la ciudad de Barranquilla. Los Di Doménico volverían con fuerza a la realización cinematográfica estrenando en 1919, El primer Congreso Mariano Nacionaly la Consagración de la Virgen de Chiquinquirá, de la cual se encuentran trazos en el Archivo Acevedo. De todas formas, el año anterior en que mayor desempeño en su empeño de filmar habían tenido había sido el 2015. Año de inicio de la producción cinematográfica en Colombia.
Referencias
-Fichas de inventario y verificación técnica de entrada del depósito de cine–DC 00170– correspondiente al acervo fílmico de la Cinemateca del Caribe.FundaciónPatrimonioFílmicoColombiano. 1998.
-Guide to Identifying Year of Manufacture for KODAK Motion Picture Films. April 201. https://www.kodak.com/content/products-brochures/Film/Guide-to-Identifying-Year-of-Manufacture-for-KODAK-Motion-Picture-Films.pdf.
-Tiempos del Olympia. Jorge Nieto y Diego Rojas. Fundación Patrimonio Fílmico colombiano.1992.
– La cita de Roman Jacobson fue tomada del capítulo,Sin identificar, material inflamable.Nitrato argentino. Una historia de cine de los primeros tiempos.
Carolina Cappa (ed.). Museo del Cine Pablo C. DucrósHickén. Argentina.2019
– Memoria, patrimonio arqueológico y utopías interculturales: dogma y misticismo en el parque arqueológico Las Piedras del Tunjo en Facatativá.Pablo Felipe Gómez-Montañez, Hallazgos No 10. Universidad Santo Tomas,2012
-Historia Social del Cine Colombiano. Tomo 1. Álvaro Concha Henao. Editorial Black María. 2014.
-La pantalla del pasado. Yamid Galindo Cardona. Cinemateca de Bogotá, Gerencia de Artes Audiovisuales, Idartes. 2019
Mirando solo a la tierra. German Franco Diez. Pontificia Universidad Javeriana. 2013
– Cineastas del Caribe Colombiano
https://patrimoniofilmico.org.co/cineastas-del-caribe-colombiano/
-Hugo Chaparro ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en dos ocasiones en 2023 por su crítica «Delirio perpetuo» y en 2025 por la entrevista «Andrea Cote: “La tía Beth le gritaba a sus vecinos en dos lenguas”».
La rueda suelta: blog de cultura, historia y sociedad. La otra historia del cine y la televisión colombiana: lo que no nos dejaron ver. 13/11/2025
