Entrevista a Santiago Lozano

David Sánchez

¿De dónde eres en Colombia?

Yo vivo en Cali, y la película está no muy lejos, rodada no muy lejos de Cali.

 

Yo vi tres luces negras fue presentada en Berlinale 2024, en la sección Panorama. Nos puedes explicar un poquito antes de meternos en la película, ¿qué problemas tiene actualmente esa zona?

Sí, de hecho, Cali es considerada como la capital del Pacífico en Colombia, principalmente porque todos los procesos migratorios que han habido internos en el país desde esta región del Pacífico colombiano, principalmente, se han llevado, digamos, se han desarrollado viajando a la Ciudad de Cali, y es una ciudad que su identidad cultural está totalmente permeada y determinada por la cultura afrodescendiente. Y bueno, creo que actualmente se siguen replicando las problemáticas históricas que ha tenido este lugar, sobre todo en la manera en que el ser humano se ha relacionado con este territorio, que ha sido una manera más extractiva. Eso persiste hasta hoy en día.

 

El conflicto principal está originado por una lucha por el territorio, el control del territorio, pero que al final también termina siendo como una lucha del hombre contra la tierra. Y en medio de eso están las comunidades afrodescendientes que están asentadas ahí hace mucho tiempo, pues haciendo también resistencia a través también de sus propias tradiciones culturales.

 

¿Qué problema tiene el protagonista de tu film?

Digamos que todo esto tiene que ver con algo que él mismo dice en la película: “todo este revoltijo de gente”. O sea, ya es también como un conflicto con muchas capas que lo hacen muy complejo en el sentido de que hay muchos intereses puestos sobre la tierra. Principalmente las peleas entre muchos grupos armados que ahorita están operando en este territorio tiene que ver con el control de la tierra, con el control del territorio. La droga está estrechamente relacionada con el territorio, es decir, dónde siembras la coca, por dónde están las rutas de para sacar la coca; pero también por la explotación en este momento, la explotación de del oro de manera ilegal, y otros recursos. Digamos que el narcotráfico de alguna manera también en el país ha tenido un efecto muy negativo ya que oculta otros problemas también estructurales que tenemos en nuestro país.

Principalmente las peleas entre muchos grupos armados que ahorita están operando en este territorio tiene que ver con el control de la tierra, con el control del territorio. La droga está estrechamente relacionada con el territorio, es decir, dónde siembras la coca, por dónde están las rutas de para sacar la coca …

¿Nos podrías dar algún detalle sobre las diferencias entre tu primera película Siembra y esta última?

Son dos miradas también sobre el conflicto, dos miradas sobre el territorio, dos miradas también sobre la cultura del Pacífico colombiano, y cómo es estar en medio del conflicto armado en Colombia.  Mostrar cómo las expresiones culturales sirven como un medio de resistencia, no de libertad, pero también de construir una narrativa sobre estos periodos de violencia en la comunidad del Pacífico que van mucho más allá del folklore. Su interés principal no es el folklore como tal, sino que es una manera de habitar también el territorio, de narrar el territorio, de reflexionar sobre el territorio, eso lo hace supremamente importante para las comunidades afro.

 

Digamos que la diferencia es que en Siembra hay un poco el tratamiento de la lucha entre los hombres por la tierra y por eso la consecuencia del desplazamiento forzado que sufre el protagonista. En esta nueva película creo que estoy más en función de explorar la lucha del hombre contra la tierra y por eso también el paisaje, o más bien la selva, no como paisaje, se convierte en un protagonista de la película, tiene un carácter dentro de la película.  Creo que también por eso el abordaje desde el color no busca un realismo sino más bien de construir como una suerte de Limbo, una suerte de no tiempo, una suerte digamos de espacio particular en el que tiene que cruzar este personaje.

 

¿Cómo ha sido el proceso de financiación para tu película?

Digamos que ha sido determinante la financiación a partir de los fondos de diferentes orígenes. Pues el principal, el Fondo de Desarrollo Cinematográfico (FDC Colombia). También entendiendo como una lógica de apoyo estatal que sirve como esa semilla para los proyectos. Y que, precisamente, te posibilita poder estar en conexión con otros países y con otros fondos.

 

En el caso particular de Yo vi tres luces negras contamos con el apoyo de Francia a través de la productora Dublin Films. Desde la región de Nueva Aquitania, tuvimos un premio de desarrollo, luego con el CNC para un premio de postproducción. También tuvimos un premio del CNC en desarrollo cuando estuve en la residencia del Festival de Cine de Cannes, que fue donde empecé a escribir esta película. Luego, a través también de Auténtica Films en Alemania, obtuvimos un premio de World Cinema Fund. Logramos también un premio de Visión Sudes en Suiza. Y nos aliamos también con Malacosa Cine en México, y con ellos tuvimos el estímulo mexicano, pero también obtuvimos el estímulo de Ibermedia.

 

Toda esta suma de esfuerzos y de apoyos ha sido muy importante. Pues todo liderado desde la productora de Contravía Films, que ha sido como la productora colombiana principal de la película, asentada en Cali, y en un proyecto liderado por Ana María Ruiz y Óscar Ruiz. Pero digamos que este movimiento con los fondos ha sido muy importante. No diría fácil, hay que hacer la tarea y entender también cómo son las dinámicas del fondo, los propósitos, tener una corresponsabilidad también con los fondos en las medidas en la que uno desarrolla las películas correspondiendo con ese apoyo, pues va a generar también más espacios de apoyo para otras películas.

Pero digamos que este movimiento con los fondos ha sido muy importante. No diría fácil, hay que hacer la tarea y entender también cómo son las dinámicas del fondo, los propósitos, tener una corresponsabilidad también con los fondos en las medidas en la que uno desarrolla las películas …

En estos veinte años de Ley de Cine que tenemos en nuestro país, es muy grato ver no solamente el efecto que ha tenido en términos de volumen de películas, sino el efecto que ha tenido en la diversidad de miradas que tenemos en este momento a través del cine sobre nuestro país. Creo que ya se ve un diálogo entre esas miradas y una construcción también como muy interesante en las maneras en que nos estamos representando a través del cine. Y aparte que se viene desarrollando también muy fuerte la creación de escuelas de cine. Yo particularmente soy docente de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali, tenemos un programa de cine. Tiene quince años y ha sido también determinante para la formación de los nuevos cineastas y de los nuevos profesionales de la industria.

 

¿Cómo ves el desarrollo del cine en Cali? ¿Está despegando o ya está en su apogeo?

Yo siento que tiene una identidad de alguna manera y tiene una constancia en términos de obra, unas búsquedas también. Me cuesta mucho verlo en términos de competencia. No solamente desde el asunto de los directores sino también de los profesionales en cine. Creo que sobre todo lo que ha pasado con el cine en Cali es que hay un gran campo profesional en todas las áreas del cine que han aportado muchísimo. No solamente para películas de origen caleño, en términos de autoría, sino también a nivel nacional. Es decir, en todas las películas vemos presencia de profesionales caleños del cine. Y creo que eso para mí es como uno de los elementos más determinantes de la manera en la que Cali pues ha aportado también como ciudad y como región al cine.

 

Justo desde ahí estamos apostando, también desde la academia, cómo fortalecemos al cine desde la región del suroccidente, a la formación y a la consolidación de un campo profesional ya también con una mirada industrial que es importante. Está muy bien, digamos, como la construcción de una mirada identitaria a través del cine, pero también entender que el cine puede ser un oficio muy importante, determinante en términos industriales, protegiendo esa identidad creativa pero posibilitando, precisamente, que el mundo también nos vea como un aliado muy muy interesante, un lugar también para hacer películas.

 

Creo que incluso ese acento que ha tenido el Fondo de Desarrollo y la Ley de Cine en Colombia ahorita a través de las films commissions, es muy importante y ya creería que hay una madurez en términos de industria que nos permite pues atender como esa apuesta.

Toulouse, 23-03-2024.