Armando Russi
La realidad no sólo es apasionante, es casi incontable.
Rodolfo Walsh
Tu imaginación apuntará menos a los acontecimientos que a los sentimientos, queriendo siempre que éstos sean lo más documentales posible.
Robert Bresson
Soy seguidor de la Muestra Internacional Documental de Bogotá – MIDBO desde comienzos de los 2000, cuando era dirigida por Ricardo Restrepo y Patricia Ayala. Desde ese entonces la MIDBO se ha caracterizado por tener una programación de películas, eventos e invitados de primera línea, pero por sobre todo ha sido un espacio de reflexión frente al del cine de no ficción como lenguaje y como medio expresivo.
Este año no fue la excepción, entre el 26 de octubre y el 2 de noviembre y contra todo pronóstico se llevó a cabo la Edición 22 de la MIDBO. Esta edición, que estuvo bajo la dirección de Ana Salas, Paola Figueroa Cancino y Germán Ayala, tuvo que encarar los retos históricos del COVID 19, que nos proponía una realidad distópica en donde las sociedades se detenían y tenías que guardar distancia, había entonces que superar los retos de disminución en los recursos económicos, la virtualidad y sobre todo repensar el documental como una forma de reflexionar el presente y el futuro del lenguaje y de la sociedad.
Es un tiempo para que quienes laboran en la profesión recarguen su energía creativa entrando en contacto con los cada vez más amplios y expandidas formas de representación de lo real.
La inauguración se llevó a cabo de manera presencial en la Sala Capital de la Cinemateca de Bogotá bajo todas las normas de bioseguridad con un aforo reducido, y con la película Las razones del lobo (2020), de Martha Hincapié. Acá algunos extractos del discurso de inauguración a cargo del documentalista y presidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Documentalistas – ALADOS, Diego García Moreno:
“Son ya 22 años ininterrumpidos en que nos reunimos en un ritual que celebra las películas de lo real; en los que, a través de los talleres, abrimos un espacio privilegiado a la reflexión en medio de un espíritu de compinchería y el disfrute de un oficio que nos actualiza sobre las visiones de la realidad de un mundo diverso, deslumbrante e incierto. Es un tiempo para que quienes laboran en la profesión recarguen su energía creativa entrando en contacto con los cada vez más amplios y expandidas formas de representación de lo real.
De nuevo bienvenidos. Desde estos metros de distancia les envío un abrazo. Ojalá que muy pronto podamos estar de nuevo practicando el ritual del acercamiento corporal. Que podamos volver a reunirnos a ver cine tomados de la mano y después salir a cenar, bailar y compartir, mejilla a mejilla. Que podamos tranquilamente aproximarnos a nuestros personajes con nuestras cámaras.
Que viva la MIDBO”
Las películas
Pese a los ajustes económicos y logísticos (dice Ana Salas que el número de películas era mayor, pero que tuvo que limitarse por estas cuestiones) La MIDBO 22 nos ofreció un panorama de películas rico y variado tanto en temas, formas y latitudes, permitiendo tener una mirada global de la producción nacional e internacional de mucha calidad. Esta curaduría se construyó, entonces, con 17 películas colombianas y 23 películas de otros países y se agruparon en 7 programas así: Rutas genealógicas (sobre diálogos generacionales), Paisajes latentes (sobre los espacios, el hábitat y el tránsito), Visiones del conflicto (sobre la violencia, los actores del conflicto y la memoria), Mundos imaginarios (sobre universos que son fruto de la imaginación, por tanto irreales, pero tangibles y explorados), Espejos para la vida (Reflexiones en torno a los trabajos de líderes y lideresas en relación al contexto sociopolítico colombiano) y Más allá de lo real (sobre la especulación el cine documental); estos programas fueron acompañados con diálogos virtuales con cineastas como: Catarina Vasconcelos, Andrés Di Tella, Phillip Warnell, Marta Hincapié, Pablo Álvarez Mesa, Andrés Jurado, Nicolás Pereda, Ezequiel Yanco, Jerónimo Atehortua y gestores, académicos y críticos como: Pablo Mora, Pablo RoldÁn, Roger Koza y Pedro Adrián Zuluaga, entre otros.
Otros derroteros. El cine documental expandido
El cine en general, no solo el documental, ha buscado a lo largo de su historia otras formas de representación que rompan con la figura de ritual colectivo Lumière, de sala oscura y proyección en silencio, otras formas performativas que expandan la experiencia cinematográfica más allá de la pantalla. Como es de suponer, el documental, siempre propositivo, radical y experimental, ha caminado por esas lides. Ana Salas y su equipo lo saben bien, y desde que está al frente de la MIDBO ha procurado un espacio para estas formas de representación.
Esta edición procuró también un espacio para el cine documental expandido a través de 9 obras y 5 actividades para abordarlas.
“Me gusta hacer cine porque me gusta ir a otro mundo, me gusta perderme en otro mundo. Y el cine para mi es un medio mágico que te hace soñar sobre los sueños en la oscuridad y eso es algo fantástico perderse dentro del mundo de una película” –David Lynch–
Pensando el documental
Cómo es costumbre, el plato fuerte de la MIDBO fue el Seminario Pensar lo Real, en donde se reflexiona en torno a los modos de representación del cine documental o del cine de no ficción.
Este año la MIDBO respondió a necesidades temáticas de un cine que se desmarca de convenciones, que escapa y desafía los cánones y definiciones clásicas y plantea discusiones frente a lo que no existe, a lo imaginativo y si se quiere fantástico, y a los saberes y conocimientos ancestrales, que occidente a su manera academicista excluye o no entiende.
Este año la MIDBO respondió a necesidades temáticas de un cine que se desmarca de convenciones, que escapa y desafía los cánones y definiciones clásicas y plantea discusiones…
Una manera visionaria de abordar el cine que a menudo asociamos tiene que dar cuenta “de lo real” con un seminario titulado: PRESENTE PERFECTO. CINE DOCUMENTAL ESPECULATIVO que constaba de 4 sesiones así: El espacio de lo real en relación a los mitos, Rituales Especulativos, Desde el más allá y Cartografía de un futuro incierto.
El Seminario fue programado y dirigido por la investigadora, archivista y curadora española Almudena Escobar y contó con la participación de la crítica peruana Mónica Delgado; la programadora y directora artística del Festival de Cine de Mar del Plata, Cecilia Barrionuevo; la cineasta y programadora de Flaherty Seminar, Ruth Somalo, y los cineastas: Ben Rivers de Inglaterra, Lois Patiño de España, Ana Vaz de Brasil, Viera Čákanyová de Eslovaquia y Sky Hopinka de la Nación Ho-Chunk, EEUU.
Diálogos: Líderes, lideresas y territorio
Otro acierto de la MIDBO 22 fue entender la necesidad de brindar un espacio para el diálogo entre líderes, lideresas, documentalistas y comisionados para reflexionar en torno a los trabajos realizados en razón de la defensa de los territorios y el estado de la implementación de los acuerdos de la paz entre el Estado y la guerrilla de las FARC. Este espacio se trabajó en torno a tres ejes temáticos: Líderes y lideresas sociales, exilio y destierro; Liderazgo y procesos comunitarios de defensa del territorio; y Comunidades rurales en el post acuerdo. El diálogo de este espacio fue conformado por: los líderes y lideresas Ruby Alba Castaño, Rosa Helena Rodríguez, Patricia Tobón Yagarì, Jakeline Romero Epiayu, Leider Muñoz, Briceida Lemus, Gustavo Adilgo Ulcuñe y los académicos y gestores: Leiner Palacios, Alejandro Castillejo, Gustavo Quintero e Irene Vélez Torres.
2° Encuentro Nacional De Documentalistas
Desde el año pasado en el marco de la MIDBO 21 los documentalistas colombianos han encontrado en la MIDBO un espacio de encuentro para reflexionar sobre el gremio, sobre las personas que conforman el universo del documental, sus necesidades y sus propuestas.
Este año los documentalistas se dieron cita para hablar de la representatividad y participación términos de núcleos regionales en la Asociación Colombiana de Documentalistas -ALADOS- y un fuerte énfasis en la formación documental, los semilleros ALADOS y el papel del documental y los documentalistas en la política pública.
El documental, un lenguaje que se transforma, la virtualidad no es el límite
El documental ha demostrado ser el género/formato cinematográfico más radical, propositivo y experimental del cine, a lo largo de la historia ha buscado problematizar los temas, las formas, las estéticas, los géneros, los formatos, las tecnologías, los medios, los lenguajes, los modos de representación, los creadores, la historia, entre muchos otros fenómenos. Parece inagotable y a cada crepúsculo lo precede un nuevo derrotero con miles de vericuetos por descubrir o redefinir. La Muestra Internacional Documental es un espacio que hay que abrazar, rodear y seguir, pues es en este espacio en donde podemos acontecer el documental en todo su esplendor. En esta entrega, la MIDBO constata la versatilidad del documental y nos ofrece un panorama sustancioso que responde a las demandas históricas de una pandemia sin precedentes, pero que además nos propone perspectivas al presente y al futuro críticas y, ¿por qué no?, sanadoras, justas y necesarias para un mundo enfermo y extraviado.
El documental ha demostrado ser el género/formato cinematográfico más radical, propositivo y experimental del cine…
Por otro lado, pudimos ver también la virtualidad, no como un escenario frío y deshumanizante, sino como un aliado para plantear discusiones frente a las representaciones, cómo, cuándo y dónde se filma y se socializa lo filmado, sino además un aliado para llegar a rincones y espectadores donde antes no se había llegado, rompiendo un poco con la figura de nicho. Definitivamente tenemos que repensar los medios de circulación.
No me queda más que agradecer a todo el equipo de la MIDO 22 por su trabajo arduo y esmerado.
¡El CINE nos reunirá!